lunes, 22 de noviembre de 2010

Danza africana

Esto es de hace un mes…


       Hoy fui a mi segunda clase de danza africana. Alucinante. De la gran variedad de clases que se ofrecían como actividades fuera de la escuela (como pintura, encuadernación, rutas subterráneas por Granada) fue danza africana que más me interesaba, así que decidí probar este campo de baile que es completamente nuevo para mí a ver cómo era. En la primera clase, la instructora era una española, pero esta vez, los instructores eran dos hombres africanos (senegalenses), que trajeron una mezcla de tambores, que llegan hasta las rodillas en altura, para crear la música. Son hermanos y ambos tienen rastas gruesas. Mientras que uno se dedica solamente a tocar los tambores, el otro (que se llama Dali..puedes ver unas fotos en http://www.myspace.com/dalidanza, si quieres) pasa la mayor parte de la clase enseñándonos a bailar, aunque de vez en cuando se sienta al lado de su hermano y tocan juntos mientras bailamos. El hermano que toca más los tambores tiene la sonrisa más increíble –si pudieras imaginar toda la alegría que el baile y la música pueden inspirar captada en una expresión, sería la sonrisa de este hombre—. Absolutamente brillante. La coreografía era bien rápida y divertida, e involucraba todo el cuerpo. Ojalá que pudieras ver a mi instructor bailando; es increíble como su cuerpo y su alma se mueven con el ritmo de los tambores, creando una energía radiante e irresistible. Me hace querer ir a África.

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